RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN LA FAMILIA
Por: Deanna Rejón Gossmann; psicóloga infantil y terapeuta familiar integrante de psii.
¿Cómo resolver los problemas y conflictos que forman parte de la vida y de la convivencia familiar? ¿Qué habilidades se requieren para resolverlos?
Un conflicto es una situación tensa entre dos o más personas, en la que sienten que sus necesidades no están satisfechas, y sucede porque las partes que participan creen tener la razón, ya que consideran su punto de vista como único y desconocen lo que la otra persona piensa, siente o necesita.
Los conflictos son una parte natural de la convivencia y cada familia tiene formas diferentes de abordarlos. En unas familias se habla del problema y se buscan soluciones, mientras que en otras, se dejan pasar, se evitan y posponen, esperando que desaparezcan, así, sin más…
A veces enfrentar el conflicto puede resultar incómodo e inclusive doloroso, al identificar nuestra participación y responsabilidad, tanto en el problema mismo, como en la tarea de buscar la mejor solución.
Cuando los conflictos familiares se enfrentan en el momento en que surgen, resulta más fácil solucionarlos, pues no se mezclan con otros asuntos; en cambio, cuando no se atienden, la tensión va en aumento hasta que alguien explota y el conflicto se hace mucho más grave.
Es importante entender y enfrentar las dificultades, esto es parte del crecimiento personal.
En el caso de los niños, conforme crecen, van desarrollando habilidades que les brindan la capacidad de solucionar sus problemas. Cada vez que el niño logra superar un obstáculo o conflicto, genera recursos para enfrentar el siguiente.
Los adultos podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades para resolver problemas, si les damos la oportunidad de enfrentarlos y les ofrecemos una adecuada orientación.
6 PASOS FUNDAMENTALES PARA RESOLVER CONFLICTOS FAMILIARES
1.- Identificar el problema. El hecho de reconocer, definir con claridad y de manera sencilla el problema, es el primer paso.
2.- Escucharse. Hacerlo con verdadera atención, respeto y tratando de descubrir lo que realmente aflige al otro, sin juzgarlo.
3.- Analizar el problema. Examinar a fondo las causas e identificar la parte que a cada uno le toca en el asunto, asumiendo la responsabilidad, y no la culpa, que le corresponde, lo cual genera el poder de hacer algo para resolver el conflicto.
4.- Explorar las posibilidades de solución. Ayudar a los niños a cuestionarse sobre esas posibilidades y sus consecuencias.
5.- Elegir una solución. Comparar diferentes opciones para evaluar pros y contras de dicha elección.
6.- Establecer compromisos, fijando un plazo para revisar los resultados obtenidos y verificar si el problema se resolvió. No siempre se resolverá en el primer intento, pero servirá para valorar lo que sucedió y reencaminar la solución.
Otros aspectos que pueden ayudar a que los niños aprendan a resolver conflictos, son:
- No intente protegerlos todo el tiempo de situaciones difíciles; permítales y motívelos a que las enfrenten por sí mismos y no tome decisiones que ellos pueden asumir.
- Comparta con ellos algunos de sus conflictos o dificultades personales y muéstreles su manera de resolverlos. Pueden ser conflictos actuales o que experimentó cuando tenía su edad. Pero ¡OJO!, nunca los involucre en problemas entre adultos o de pareja, que no les corresponden y que podrían dañarlos.
- Cuando surja un conflicto en casa, no imponga su punto de vista usando la fuerza o la autoridad; mejor ayúdelos a darse cuenta y comprender las necesidades de los demás miembros de la familia.
- Siempre trate de negociar con sus hijos, escuchándose mutuamente, y buscando un arreglo aceptable y satisfactorio para todos.
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